Con todo y que retórica es lo que le sobra al gobierno, no hay narrativa que pueda contra la enfermedad o la muerte.

La semana pasada el sector salud de la CDMX estuvo al borde de una parálisis pues su personal, desde médicos hasta camilleros, le metieron una manifestada de aquellas. Sí, por eso que dicen que no existe ¡el desabasto de medicamentos!, y la falta de condiciones laborales dignas.

Como el INSABI quedó a deber más que un candidato presidencial, ahora el nuevo Jefe de la Ciudad MARTÍ BATRES prometió que las cosas cambiarán porque se fusionó al IMSS Bienestar, es decir, se regresará a como era antes.

Cosa de ver porque, hace un año, durante la instalación de ese IMSS Bienestar, a la que por cierto asistió la entonces Secretaria del Trabajo, LUISA MARIA ALCALDE, se dijo que esa fecha, según ellos, se recordaría por cambiar la atención médica para siempre; sin embargo, hoy por hoy los médicos agitan la bata y piden su merecida base.

Desde que el Presidente LÓPEZ OBRADOR le hace de VJ en sus mañaneras, algunos géneros musicales están desafinando.

Si bien la apología del delito y el uso de sustancias ilícitas son una constante en el showbussines, desde Sinatra hasta los TUPAC, ahora LÓPEZ OBRADOR destacó el conocido vínculo entre el crimen y los corridos en México.

Por extraño que parezca, en el tema no se puede ser buena ondita, su condición de Jefe de Estado lo obliga a perseguir lo que criticó, debido a que constituye un acto ilícito, sin importar que sea un PESO PLUMA o un peso pesado. Aquello no se puede quedar en el popular dicho “prohibido prohibir”.

Extrañísimo sería que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) no actúe, sobre todo si los propios canta autores son quienes aceptan públicamente, en entrevistas, que sus corridos son “música por encargo” de presuntos narcotraficantes o personeros de los mismos… Es decir, sostienen relaciones comerciales con recursos de procedencia ilícita ¡y hasta lo presumen!