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2015-08-04
La riqueza del trabajo humano
Los trabajadores estamos educados por los medios y otras instituciones para sentirnos culpables. ¿La empresa va mal… o eso se dice? Seguramente, la culpa es nuestra porque no hemos trabajado lo suficiente. También, para ser enemigos unos de otros. ¿Te fijaste que tal gana tanto? No lo merece, deberían reducirle el sueldo. Saber cuánto gana nuestro compañero es un secreto que solo beneficia a quien paga; acusar, denunciar, señalar son actitudes que muchos empleadores recompensan y favorecen.

Conozco una empresa que hace cinco años no aumenta salarios a sus empleados, quienes ganan muy poco; siempre que piden un aumento, les sueltan el cuento de la crisis, la austeridad, el peligro de cierre. Claro, no les dicen, por ejemplo, que los directivos ganan decenas de veces más que cada uno de ellos.

En una lavandería cercana a mi casa, una mujer de 35 años trabaja de 9 de la mañana a 8 o 9 de la noche, a veces hasta más tarde. Entraron a robar una noche y, por supuesto, a ella la ven como sospechosa, sin importar su entrega a la empresa, y tiene que soportar indirectas y nuevas condiciones supuestamente de seguridad que dificultan su labor. Por cierto, empezó a desarrollar artritis y no tiene seguro social. El patrón e hijo de la dueña le asegura que lo que importa es lo que ellos han invertido en la empresa, no la riqueza que genera la empleada con su trabajo.

Hace muchos años trabajé en el organismo de transporte Ruta 100 del Distrito Federal. Mucha gente decía que no era posible “que choferes ganaran más que un médico”, a lo que el sindicato respondía invariablemente: “El problema no se resuelve reduciendo el salario a los choferes, es necesario que todos los trabajadores ganemos más”.

Las historias de que “nadie gana el salario mínimo” son extraordinariamente populares, no solo entre los empresarios, sino sobre todo entre la población, por lo que les parece razonable que no se aumente y, mucho menos, se cumpla el precepto constitucional respectivo.

La verdad es que el trabajo humano es lo que produce la riqueza, no el capital ni algún otro factor, pero los primeros que deben hacerse conscientes de ellos son los trabajadores, para que se organicen y nazca una verdadera solidaridad que impida que unos seamos enemigos de los otros.
 
 
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