Reportaje |
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Megaproyectos acarrean más violencia contra las indígenas | |
Por: Angélica Jocelyn Soto Espinosa | |
CDMX.-: Además de despojarlas de sus tierras, son agredidas sexualmente. / Agencia
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CDMX / 2015-09-29 10:41:22.- El Estado mexicano debe incluir a las mujeres indígenas en todas las estructuras de toma de decisión, especialmente en las que se determina la creación de megaproyectos, pues afectan directamente su economía e incrementan la violencia sexual contra ellas. Así lo observó Dinah Shelton, relatora hasta 2013 sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y quien conversó con Cimacnoticias durante su visita a México con motivo del Primer Congreso de Mujeres Indígenas, los días 5 y 6 de septiembre, y en el que participaron más de 80 mujeres de 19 etnias del país. Dinah Shelton fue comisionada de la Organización de Estados Americanos (OEA) durante tres años; la primera mujer electa como integrante de la CIDH en 2010, año en que se le designó como relatora sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. ALTO AL DESPOJO –Angélica Jocelyn Soto Espinosa (AJSE): ¿Cuáles son las prioridades que deben atender los gobiernos de los países de América Latina (AL) en materia de derechos de las mujeres indígenas? –Dinah Shelton (DS): Es muy difícil establecer una sola prioridad porque las mujeres indígenas son afectadas por el área rural donde viven, las grandes distancias que tienen que recorrer, no hay cuidados de atención médica para ellas, no hay oportunidades educativas, la pobreza, e incluso (son afectadas por) las estructuras tradicionales en sus comunidades de origen. “Existe una discriminación general contra las personas indígenas y otra contra las mujeres. En este caso hay una discriminación doble como mujeres indígenas, y triple si agregamos la discriminación por estrato social. “La violencia y específicamente la violencia sexual son una problemática en la mayoría de los países, y en el caso de México esto se ve en la zona sur del país, donde se han sostenido audiencias con el gobierno de Oaxaca y hay situaciones pendientes en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH), en las que se le ha pedido al Estado mexicano que haga más por prevenir todo lo que tenga que ver con el feminicidio. “Es muy importante enfatizar que la violencia no es un problema exclusivo de AL, ya que en Estados Unidos y Canadá hay cifras muy altas de asesinatos de mujeres indígenas. “En Canadá, por ejemplo, hay 500 mujeres indígenas desaparecidas en una provincia en donde se argumenta que es un problema federal y no local, pero el gobierno canadiense lo ve de forma contraria. Ambos se quitan responsabilidades”. –AJSE: ¿Qué deben hacer los Estados para atender estas prioridades? –DS: El problema es que en muchos países en AL, que incluyen a México y Guatemala con gran porcentaje de población indígena, ni siquiera tenemos la cifra que diga cuántas indígenas han sido asesinadas. Durante el tiempo que estuve en la CIDH no tuve datos sobre asesinatos de mujeres indígenas por el narcotráfico y la violencia en México. “Primero necesitamos mejor información, con una separación de todas las estadísticas de feminicidio por lugar de origen de las mujeres. Otro de los problemas que tenemos es el machismo en los cuerpos de investigación, que culpabilizan a las víctimas por salir de sus casas y a los padres por dejarlas salir en las noches. “Los Estados tienen que involucrar a más mujeres en las investigaciones, hacer buenas estadísticas sobre qué está pasando, y cambiar la cultura con más educación. También he visto que la organización y el liderazgo de las mujeres indígenas son muy fuertes para la incidencia política y al interior de las comunidades originarias, aunque a veces también las activistas y defensoras de los derechos indígenas se vuelven el objetivo de la violencia”. –AJSE: Las reformas estructurales de Enrique Peña Nieto propiciaron este año la movilización de distintos grupos originarios en contra del despojo de su territorio por la construcción de megaproyectos. ¿Cómo afecta la invasión de territorios a las mujeres indígenas? –DS: Uno de los principios clave tanto en la CIDH como en la ONU es que se deben respetar las tierras ancestrales, las tierras indígenas. “El gobierno debería instrumentar cambios estructurales para otorgar el título de la tierra a las personas originarias o garantizar que cuando haya algún tipo de proyecto que se vaya a desarrollar en esa área, haya un consentimiento firmado con conocimiento de causa. “Pero uno de los problemas es que la mayoría de las estructuras tradicionales excluyen a las mujeres en la toma de decisiones, entonces el gobierno se enfrenta a tratar de respetar las tradiciones indígenas y por el otro lado encontrar una forma de que estas estructuras inviten a las mujeres a participar. “Esto debe ser así porque los proyectos afectan la economía tradicional del área, la cual tiene un mayor impacto en las mujeres que se asientan en ese territorio. No podemos separar los derechos políticos de los derechos económicos. “Además, en las visitas que he hecho a sitios con megaproyectos me he dado cuenta que las empresas –que normalmente tienen que ver con la construcción de hidroeléctricas, proyectos mineros o construcciones en general– traen seguridad privada, y se ha visto en estas áreas un incremento de la violencia, sobre todo sexual contra las mujeres y las niñas”. PARTICIPACIÓN POLÍTICA –AJSE: Ahora que en México se reformó la Constitución para garantizar la paridad de género en la participación política, ¿deberían estipularse cuotas específicas para las indígenas? –DS: Las cuotas siempre son un tema muy sensible y controvertido, aunque existen algunas leyes temporales en algunos países que establecen cuotas fijas de participación de las mujeres en todas las estructuras de toma de decisiones. “También se ha visto que cuando la cabeza de Estado es una mujer hay mejores resultados, como en Chile, donde Michelle Bachelet ha hecho mucho por las mujeres indígenas. En México puede pasar como ha sucedido en otros lugares, que la paridad beneficia directamente a la población femenina indígena, pero esto también significa que necesitamos tener candidatas que sean indígenas”. |
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