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Penacho no era de Moctezuma, afirma un experto en Viena | |
Por: Agencia | |
![]() AUSTRALIA.-: Según los códices históricos, “Moctezuma nunca llevó un penacho como ese”. / Agencia
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AUSTRALIA / 2020-10-15 20:04:46.- El penacho no era de Moctezuma sino de un sacerdote, es decir, la pieza nunca perteneció al emperador de los mexicas, según el director del museo vienés que lo custodia. Tras la polémica luego de que el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reveló que pidió a Beatriz Gutiérrez insistir en su recuperación durante el viaje a Austria. En respuesta, Christian Schicklgruber, director del Weltmuseum de Viena, donde se resguarda el frágil objeto, aclaró lo que él piensa es su verdadero origen: “Definitivamente, el penacho no era de Moctezuma. Era de un sacerdote”. En entrevista, dijo que, según los códices históricos, “Moctezuma nunca llevó un penacho como ese”. Una versión de la leyenda cuenta que el penacho, una majestuosa pieza compuesta de miles de plumas de Quetzal unidas por centenares de placas de oro, fue regalado alrededor de 1519 por el propio Moctezuma al conquistador español Hernán Cortés, quien a su vez lo obsequió a Carlos, soberano de España y Austria. “La primera vez que se menciona es en 1596, en el inventario de la colección del castillo de Ambras en Tirol”, cuenta el responsable de la colección de América del Norte y Central del museo, Gerard van Bussel. Después se sabe que fue trasladado a Viena en el siglo XIX, donde permanece desde entonces. La solicitud está siendo estudiada por el Ministerio de Cultura austríaco, pero el museo desaconseja radicalmente el traslado. “Son plumas de 600 años de antigüedad, en un estado muy, muy frágil”, advierte Schicklgruber, quien afirma que su museo está en condiciones de “cuidarlo lo mejor posible y mantenerlo para las futuras generaciones”. El director recuerda el esfuerzo del Weltmuseum por preservar el penacho, el único de su tipo que se conserva en todo el mundo. “Invertimos cerca de 80 mil euros en el expositor. Incorpora un sistema mecánico muy sofisticado que lo protege de cualquier tipo de vibración, incluso las que produce la gente al caminar”, explica. Su delicadeza es tal, que ni siquiera se moverá dentro del museo para ser incluido en la exposición itinerante “Aztecas”, que abre hoy sus puertas en Viena tras una primera parada en Stuttgart. En el caso de que la tecnología avanzara lo suficiente como para permitir el traslado, Shicklgruber se muestra a favor de “prestarlo” a México, aunque matizó que sólo si se puede asegurar al 100 por ciento su integridad. Para Schicklgruber, el penacho constituye un “legado compartido” entre México y Austria, y, de hecho, los ciudadanos mexicanos que presenten su pasaporte a la entrada del museo pueden acceder gratis a contemplarlo. |
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