Después de tres meses, de que los habitantes de la comunidad el Bosque, ubicada en Centla, Tabasco perdieran 35 casas, el comedor escolar, dos calles y más de 200 metros de costa, debido al aumento del nivel del mar, el cual continúa, ha afectado a más personas y no habían obtenido respuesta por parte de ninguna autoridad de los tres niveles de gobierno.

Fue desde noviembre pasado que pidieron su reubicación a las autoridades de gobierno, pero fue hasta principios de febrero que Greenpeace y otras organizaciones divulgaron que el presidente Andrés Manuel López Obrador solicitó a Jorge Nuño, secretario de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), que atendiera a la comunidad, sin embargo, corresponde a la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) la reubicación de la comunidad.

Las organizaciones solicitan a las autoridades que instalen una mesa de trabajo con representantes de la comunidad afectada, las instancias competentes de los tres niveles de gobierno, sociedad civil y academia para el diseño de un plan viable para su reubicación inmediata.

Debido a la reciente pérdida de escuelas ha dejado sin educación a 26 niños, decenas de familias ahora habitan en viviendas de lámina, sin piso firme, sin baños y en condiciones de alta precariedad; las intermitencias en la disponibilidad de luz y los servicios de salud, agua y drenaje han dejado de funcionar desde hace más de tres años.

Por otra parte, el diputado Daniel Gutiérrez declaró que los recursos que antes eran parte del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), el cual el gobierno dijo que “era un barril sin fondo”, del que funcionarios se robaban millones de pesos, se han inyectado en proyectos de López Obrador, principalmente en el proyecto del Tren Maya al sur del país.