Permanecen incomunicados desde el pasado domingo, al menos mil 300 habitantes de las comunidades Río Guerrero, La Pureza, La Playa, Zacatonal y Zacualtipan en Amatenango de la Frontera, Chiapas, debido a la destrucción de un puente clave por parte de cárteles en disputa.

Estos grupos, enfrentados por el control de la región, cortaron la conexión con el resto de los municipios de la Sierra baja al derribar el puente sobre el Río Grijalva.

Los residentes han descrito la situación como una forma de terrorismo que está afectando gravemente a miles de familias, que se encuentran sin alimentos y en condiciones de temor desde el inicio de la crisis.

En una carta dirigida al Gobernador Rutilio Escandón, los pobladores han denunciado la falta de respuesta a sus repetidas solicitudes de ayuda, indicando que "ya se han agotado todas las peticiones de auxilio".

Luis Abarca, activista del Comité Digna Ochoa, criticó la falta de protección por parte del Ejército, alegando que las Fuerzas Armadas han sido incapaces de frenar el avance de los cárteles y han, en ocasiones, actuado en contra de la población.

"Estas comunidades están sometidas al control total de los cárteles, que ejercen reclutamiento forzado y terror", denunció Abarca, destacando que la situación evidencia una grave vulneración de los derechos humanos.