Jorge Herrera Valenzuela / Ráfaga |
2017-10-10 |
La verdadera oposición política, sin subsidio oficial |
El sismo del aniversario 32, sí, el del pasado 19 de septiembre, sacudió la débil cimiente de los partidos políticos, cuyos dirigentes siguen involucrados en la subasta del apoyo económico para los millones de damnificados en vasta región del país. Las aportaciones no son de un presupuesto propio, sino producto de la mensualidad que les entrega el Instituto Nacional Electoral, del dinero proveniente del pago de impuestos que hacemos los mexicanos. Las voces de quienes presiden los comités nacionales, no la de los simpatizantes o de sus afiliados, si es que existe padrón que lo demuestre, son tan disímbolas que van desde aquellos que gritan estar de acuerdo en que se acabe con el financiamiento hasta los que condicionan su participación. Publicitan su apoyo, sin recordar que todos los partidos políticos carecen de credibilidad, ninguno inspira confianza y todos aprovechan el momento electoral. El abogado, periodista y político Jesús González Schmal es preciso, concreto y objetivo al escribir: “Los partidos deben ser independientes de cualquier influencia económica oficial o particular. Sólo así cumplirán con su alta función de ser opción para integrar gobiernos democráticos, honestos y progresistas”. Considera este respetable y respetado mexicano que esa es la fórmula para “rescatar la verdadera política y militancia partidista”. Al igual que muchos mexicanos, no puedo concebir que el opositor acepte millones de pesos para “hacer política”, cuando debía de subsistir con las cuotas de sus seguidores. Se llaman “partidos de oposición” y pregunto: ¿Oposición a qué o a quién? Carecen de dignidad tanto el que da el subsidio, como el que lo recibe. Ambas partes argumentan que con esas acciones se está en la nueva democracia. ¡Vaya lo que nos cuesta vivir en un sistema democrático! Hay quienes opinan en el sentido de que si el Instituto Nacional Electoral (INE) llega a cerrar sus arcas a los dirigentes de organismos políticos, equivale abrir las puertas a la delincuencia organizada. Tal vez no se hayan dado cuenta, los que afirman lo anterior, que desde hace años esos delincuentes están incrustados en las campañas para gobernadores y para presidentes municipales. El gobierno lo comprobó en Michoacán e inclusive mantiene en prisión, bajo proceso penal, a un exgobernador priista de esa entidad, donde actuaba como interino. Es público que el negocio más productivo, con una mínima inversión y sin correr riesgo alguno, ha sido la integración de un partido político. Juntar determinado número de firmas de electores, organizar y celebrar cuando menos 20 asambleas estatales, formular su programa de acción, sus estatutos y sus bases ideológicas. Acudir al INE para solicitar el registro y una vez aprobada la solicitud, a disfrutar de varios millones de pesos cuando menos por tres años, si es que no alcanzan el porcentaje en las urnas para continuar en la nómina. La leída columnista y analista política Denise Dresser considera que “Eliminar totalmente el presupuesto público a los partidos beneficia al PRI…elimina el principio de equidad y favorece al PRI…equivale a institucionalizar la plutocracia y favorece al PRI… (eliminar el financiamiento público a los partidos) debilitaría a instituciones sin las cuales la democracia no puede funcionar y eso favorece al PRI…es una propuesta demagógica impulsada por el PRI porque beneficia al PRI”. Concluye Denise: “México necesita una política austera y fiscalizada, no una política priizada, privatizada o plutocrática”. (Reforma, del lunes 2 de octubre) Tan respetable el punto de vista del doctor González Schmal como la opinión de la catedrática Dresser, así como otras más que se inclinan porque los partidos políticos subsistan con sus propios medios. No podemos olvidar que en Jalisco el diputado local, independiente, José Pedro Kumamoto Aguilar ya logró la aprobación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que se reduzca el subsidio a los partidos políticos, aplicando el principio de “Sin Voto no hay Dinero” y en los años sin actividad electoral, cero centavos. La postura de este joven de 27 años de edad, quien aspira a ser senador, contó con el aval del gobernador priista Jorge Aristóteles Sandoval Díaz y del alcalde de Guadalajara, Enrique Alfaro Ramírez, que pertenece a Movimiento Ciudadano. PREGUNTA PARA MEDITAR: ¿Aún no se dan cuentan los dirigentes de los partidos políticos que los candidatos independientes pueden tener mayor aceptación en las elecciones, a celebrarse dentro de nueve meses a niveles federal, estatal y municipal? jherrerav@live.com.mx |