Óscar Oliver / Entretelón político |
2023-05-22 |
Gobernar por decreto |
Al presidente no le gusta la transparencia, no solo ha sido evidente su molestia e intención de desaparecer al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales (INAI), también lo es su obsesión por la opacidad. La semana pasada, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) declaró inconstitucional el Acuerdo publicado el 22 de noviembre de 2021, a través del cual, el presidente Andrés Manuel López Obrador, argumentó por motivos de seguridad nacional para reservar la información referente a las mega obras como el Tren Maya, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles y la refinería Dos Bocas. El máximo tribunal resolvió la controversia constitucional 217/2021 presentada por el INAI en diciembre de ese mismo, al considerar que dicho acuerdo vulneraba el derecho de acceso a la información pública. Sin embargo, como al mandatario no le gusta rendir cuentas, el mismo día que la Corte declaró inconstitucional dicho acuerdo, López Obrador expidió otro “decretazo” para reservar la información de los grandes proyectos y obras de infraestructura de su gobierno. Las llamadas obras insignia han registrado sobre costos, han evidenciado falta de planeación; corrupción al asignar directamente contratos millonarios a empresarios de dudosa reputación; violentar, como en el caso del Tren Maya, la ley de protección al ambiente con la deforestación de miles de árboles y tender vías sobre cenotes. En el fondo, el argumento de la seguridad nacional, es un pretexto porque el presidente no quiere rendir cuentas sobre los recursos públicos, tan necesarios en salud y otras prioridades; pero se canalizan para concretar el capricho presidencial. A López Obrador no le gusta la transparencia, no le gusta rendir cuentas, no le gusta que la ciudadanía pregunte cómo se están gastando los recursos públicos. Emitir un nuevo decreto con la misma intención del que la Corte declaró inconstitucional es un despropósito, es un desafío. Refleja el autoritarismo del mandatario. Un gobierno que no escucha a sus ciudadanos, que constantemente descalifica a quienes cuestionan su administración, que gobierna sin el consenso de las fuerzas políticas representadas en el Congreso de la Unión, es un gobierno autoritario. El viernes, el INAI interpuso un recurso de queja, al advertir que la publicación de este nuevo decreto, viola la suspensión otorgada por la SCJN a la controversia constitucional 217/2021. El presidente ha violado una vez más el juramento de guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes que de ella emanen. Cínicamente desde el púlpito mañanero ha advertido “no me vengan con ese cuento de que la ley es la ley”. Ante la falta de acuerdos con otras fuerzas políticas, el presidente impone su voluntad; descalifica a otros poderes, porque detesta los contrapesos; arenga a sus huestes para intimidar a quienes no piensan como él. A este presidente le gusta gobernar por decreto. |