Óscar Oliver / Entretelón político |
2024-04-08 |
Glifosato y seguridad alimentaria |
En días recientes, el uso del glifosato en la producción agro alimentaria de nuestro país ha ocupado el debate acerca de la sustentabilidad del campo mexicano y la seguridad alimentaria. El glifosato es un herbicida de amplio espectro de acción sistémica en la eliminación de malezas utilizado no solo en México, sino en más de 120 países bajo criterios de regulación para su uso adecuado. El 31 de diciembre de 2020, el Poder Ejecutivo emitió un decreto para transitar a herbicidas menos tóxicos y dañinos al medio ambiente, así como revocar permisos para el maíz genéticamente modificado, lo cual generó una polémica con el socio comercial más importante: Estados Unidos, debido a que podría afectar el TMEC por la exportación de ese tipo de maíz hacia México. Debido a esto, el 13 de febrero el gobierno mexicano decidió modificar el decreto, retirando el tema del maíz transgénico; pero dejando firme la prohibición del glifosato al 31 de marzo del 2024. Sin embargo, al no contar con una alternativa viable para los productores del campo y al poner en riesgo la seguridad alimentaria, diputados de Morena, PVEM, PT, PRI y PAN, a través de un punto de acuerdo se solicitó una prórroga más, lo cual fue concedido por el Poder Ejecutivo. Cabe destacar que por sus características —efectividad, seguridad, relación costo-beneficio, etc.— el glifosato es el herbicida más utilizado a nivel global. Éste se aplica antes de sembrar los cultivos y elimina maleza, como pastos y plantas consideradas “mala hierba”. Al inhibir la síntesis de esos aminoácidos, los compuestos del glifosato impiden que la planta produzca las proteínas necesarias para realizar sus funciones biológicas y, en consecuencia, muere. Hasta el momento, no existe un estudio serio y profundo sobre los efectos que pueda causar en la salud de los consumidores o el daño al medio ambiente el uso de este herbicida, por lo que, Estados Unidos y Canadá, socios comerciales de México en el TMEC, no tienen restricción para su uso, incluso, países de la Unión Europea han ampliado su uso por una década más, en tanto no se encuentran otros métodos menos dañinos para la producción agropecuaria. El punto de acuerdo, que también fue llevado al Senado de la República establece que el control de las malezas mediante la aplicación de herbicidas se realiza en la mayoría de las unidades de producción de nuestro país, ya que es un método eficiente, práctico y rentable, siempre que se utilice de acuerdo con las instrucciones de sus etiquetas. En respuesta a esta preocupación que se suma a las solicitudes de los productores del campo, distintas dependencias del gobierno federal determinaron ampliar el plazo del uso de glifosato en tanto no se encuentre una alternativa más sustentable para no generar impactos negativos y poner en riesgo la seguridad alimentaria de las y los mexicanos. Bienvenida esta disposición, toda vez que el campo mexicano enfrenta actualmente otro grave riesgo: las sequias derivadas del cambio climático. |