Óscar Oliver / Entretelón político |
2024-01-22 |
La carga de las pensiones |
En el ocaso de su gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que enviará un paquete de iniciativas de reforma, entre ellas, una referente al sistema de pensiones, que establece el pago al 100 por ciento a los trabajadores tras su jubilación. Si bien es cierto que, es loable el hecho de que los trabajadores obtengan un ingreso digno al concluir su vida laboral, también lo es que una iniciativa de esta naturaleza en pleno proceso electoral no es fortuita o fruto del “humanismo mexicano” de López Obrador. Este anuncio lleva una evidente intención electoral. La Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores establece que se es adulto mayor a partir de los 60 años; aunque el acceso a las pensiones se registra a partir de los 65 años de edad, tanto en las contributivas, es decir las de personas que cotizan seguridad social durante su vida laboral; como las no contributivas, que se destinan a grupos vulnerables, como la pensión para los Adultos Mayores, representan un alto gasto para el gobierno federal. En materia de pensiones, en México, durante muchos años se han registrado reformas orientadas a mejorar las finanzas públicas al aumentar la taza contributiva de los empleadores sin aumentar las aportaciones del trabajador para que éstos obtengan mejores beneficios al pensionarse; sin embargo, el acelerado crecimiento de este sector poblacional supone retos mayores que pueden agravarse con reformas con tinte electoral. De acuerdo al censo del INEGI, en 2020 nueve millones 763 mil 558 personas, que representan el 7.7% de la población son adultas mayores; sin embargo, las proyecciones del Consejo Nacional de Población (CONAPO) indican que en 2050 se espera que haya 24 millones 893 mil 97 personas de 65 años o más; es decir, un 16.5% de la población, que se traduce en más del doble de lo registrado en 2020 y desde luego un mayor reto para las finanzas públicas a futuro. Para ilustrar el problema que representa para las finanzas públicas la política de López Obrador en materia de pensiones; en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2023, se destinó un monto de 1.7 billones de pesos para las pensiones, lo que representa un incremento del 12.8% respecto a lo aprobado en 2022. Destaca que de este monto 359 millones 577 mil pesos se destinaron a las pensiones no contributivas (Pensión del Bienestar) que significó un aumento del 32.8% respecto a lo asignado el año 2022. Por lo que toca al Presupuesto de Egresos de la Federación del año en curso, la asignación para pensiones alcanzó el monto de 1.99 billones de pesos, es decir un incremento del 7.3% para las pensiones contributivas y el 28.5% para las no contributivas. El presidente sabe lo que la clase trabajadora quiere escuchar, como buen estratega de comunicación, aprovecha la coyuntura electoral para garantizar el voto de este sector de la sociedad mexicana a su movimiento; sin embargo, hay que recordarle que en Dinamarca, país con el que tuvo la osadía de decir que tendríamos un mejor sistema de salud, los trabajadores se pensionan al 70 por ciento. No hay pensiones al 100 por ciento, ni finanzas públicas que las soporten. |