Óscar Oliver / Entretelón político |
2023-06-05 |
La traición de Alfredo del Mazo |
La derrota de la candidata de la Alianza Va por el Estado de México, Alejandra del Moral, fue la crónica de una gubernatura perdida para el PRI. El gobernador en funciones Alfredo del Mazo Maza, en mucho contribuyó para dejar el camino libre a la candidata de Morena, Delfina Gómez. Si bien había esperanza de que la inercia de las movilizaciones en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE), la llamada ola rosa iba a influir para movilizar el voto de la clase media del llamado corredor azul mexiquense para mantener la plaza, el primo del ex presidente Enrique Peña Nieto, dinamitó toda posibilidad al no apoyar a la abanderada aliancista. Los miles de ciudadanos que salieron a las calles a manifestar su rechazo a los intentos del presidente por debilitar al INE, se desencantaron de los partidos aliancistas, cuyos dirigentes no supieron aprovechar el descontento social, sólo se montaron en la ola rosa para salvaguardar sus propios intereses. El no escuchar a la ciudadanía, y continuar con las viejas prácticas de las cúpulas partidistas, sin duda, fue un factor fundamental para que se vislumbrara otro de los ganadores de esta contienda: el abstencionismo. Regresando al personaje que despacha en el Palacio de Gobierno de Toluca, durante toda la campaña las coordinadoras territoriales del PRI tuvieron la instrucción de no publicar absolutamente nada en apoyo a Alejandra del Moral en sus redes sociales, la campaña era de la Alianza, no del priismo del otrora poderoso Grupo Atlacomulco. La instrucción se mantuvo hasta mediados de la semana previa al proceso electoral, incluso, las coordinadoras podrían recibir dos días antes del 4 de junio, la instrucción “por quién votar”, dejando claro la negociación que se realizaba entre el gobernante en turno y la cúpula de Morena. Alfredo del Mazo se suma a la vergonzosa lista de gobernadores priístas que entregaron la plaza a Morena, a cambio de un nombramiento como Embajador o impunidad ante posibles hechos de corrupción durante sus administraciones. Enjuagues característicos de la política mexicana. Por otra parte, la jornada electoral no estuvo exenta de las viejas prácticas que tanto critican quienes dicen no ser iguales. Se detuvo a dos ex alcaldes morenistas con las manos en los fajos de billetes para comprar votos. Las benditas redes sociales dieron cuenta de ello, y otras tantas prácticas deleznables como el condicionamiento de programas sociales a cambio del sufragio. En el Estado de México perdió el viejo PRI, aquel partido lleno de vicios, acuerdos cupulares y corrupción que gobernó durante casi un siglo, para dar paso al nuevo PRI ahora llamado Morena, que recicla aspirantes que no son tomados en cuenta, que ejerce las mismas prácticas del acarreo, la coacción y compra del voto; del que se dice democrático por elegir a sus candidatos en encuestas simuladas para justificar el dedazo. Ganó el presidente, quien no dejó de hacer campaña a favor de sus candidatos en el show mañanero; ganó la corcholata favorita: Claudia Sheinbaum, quien no desperdició el momento para continuar su campaña por la entidad que tiene el mayor padrón electoral del país, ganó el abstencionismo. Perdieron los ciudadanos. |