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2016-10-05 |
Las mujeres en riesgo |
Una vez más, ante los ataques a la integridad de las mujeres, las respuestas en redes sociales y otros medios son de odio. Que si ellas provocaron los ataques por vestirse de tal o cual manera, por estar en tal o cual lugar, por lo que sea. En serio, ¿cuándo tiene la víctima la culpa del maltrato? ¿Desde cuándo hay que castigar a quien sufre un agravio antes que a quien lo comete? Muchos hombres, y no pocas mujeres, tienen completamente interiorizada la idea de que ellas son inferiores, que ellas son objetos, que ellas deben cuidarse y protegerse porque, solas, no pueden defenderse. La idea cristiana de la mujer como fuente de todos los males, como la tentadora de un inocente Adán, como la causa del mal en el mundo; aún creen que lujuría y torpeza van de la mano y son de signo femenino, por la que es deber del hombre proteger y encausar la debilidad de un proverbial “sexo débil”. Aún ahora, las mujeres van viendo mermadas sus posibilidades porque mientras que para un hombre es bien visto independizarse, la mujer se vuelve sospechosa si lo hace; muchas jóvenes estudiantes de periodismo se dan cuenta que para profesores, padres de familia y directivos hay temas que no pueden tocar, actividades que no son apropiadas para ellas, lugares para los que tienen que pedir permiso a sus papás para ir. ¿Existe alguna solución? Seguramente sí, pero deberá ser de fondo; de ninguna manera podrá tratarse de algo a modo o cosmético. |